lunes, octubre 13

Estar en Santiago

Llegar a un lugar nuevo siempre implica alguna forma de la fuerza. Para mí, el primer desafío está en la cardinalidad. Encontrar los lugares, y sobre todo ser capaz de volver a encontrar los lugares, es la forma más genuina de la satisfacción.
Caminé mucho por Santiago. Caminar sola es una forma de estar sola que no me produce tristeza. Me da gusto el doble anonimato de la extranjería. Si fuera posible, permanecería callada la totalidad del tiempo. Que nadie notara que estoy, que no estoy, sería mi deleite. Como estar encima del cerro siendo el cerro, se me ocurre, la totalidad de la vista panorámica. O esas cajas atadas con alambre de zapato que cruzan la ciudad por el cielo. Teleférico, me contestás.

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