martes, mayo 5

All we need is love
La intimidad es la nueva prisión, pero ¿qué camino trazar entonces, sabiendo, hasta el margen del mejor perfil? Sí una noche de sábado se rompe, se rememora, se abre una puerta posible: cuando junte mis cosas y desaparezca de este cuarto, acá no queda nada de mí pero... ¿es cierto después? La liberación posible después de la intimidad es siempre infinitesimal. Si después me voy a poner de vuelta el mismo vestido, los mismos zapatos, escuchando el mismo disco de los Flaming Lips. Es un permanente volver a empezar y el lunes, en la resaca de la revuelta, vuelve la idea de que todo, todo lo que necesitamos es amor.Una dosis frenética de intensa intimidad, de pelo revuelto, de sábanas de sábado y una botella de Absolut contra la antigua Ley. Mientras camino hasta el subte pienso que las probabilidades géneticas son que mis hijos no se parezcan casi nada a mí. La historia del gen recesivo, pienso, quiere decir que la resaca de la revuelta también va a terminar de desaparecer.Los apasionados son otros, que no quieren tener hijos, que no lloran cuando despiertan solos. Chicas y chicos que no necesitan dormir juntos. Pero en la muerte del amor, todavía, imagino que el final llega muchos años más tarde: un mediodía, con un gesto nomás, yo me doy cuenta de que a partir de ese momento todo se termina. Eso es el amor y el amor se turba cuando entro en la boca del lobo. No, como ustedes piensan, cuando lo nuevo se vuelve antiguo.El amor se turba cuando una medianoche alguién te escribe y te das cuenta de cuánto cinismo puede haber en cinco palabras (que el conflicto proviene del goce no es simplemente un capricho narcisista). Porque él es el otro, el otro, el otro. Y yo, tristemente, no puedo hacer que seamos el mismo. Aunque por pura asociación libre una mañana alguien diga: no te voy a extrañar y yo tarde en darme cuenta de lo que quiere decir eso. Porque el desprecio es indispensable para el mantenimiento del amor. Y si él, de verdad, fuera un hombre sentimental... No hay revuelta posible para el amor y no me asusta saber que, cuando todo pasa del amor, hay un único reverso posible.

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