viernes, enero 2

La caligrafía de su nombre en chino (7)

Ella quería contarle.
El tiempo de las ciruelas es este: en diciembre, cuando los árboles se visten de flores blancas, quiere decir que no helo en el invierno. Los ciruelos parecen copos de dulce recortados sobre el fondo del parque. Primero sale la flor -la planta del pie tiene primero un callo de donde brota después al sol el principio del árbol.
Para él, una sirena -o más bien la cola de una sirena.
Valeria, la planta es una suela permanente.
¿Y la ciruela?
La ciruela un corazón de núcleo duro. Un átomo redondo y perfecto que no se deja roer.
En un sueño la fruta se convertía en una rata redonda y blanca, tras las rejas de un jardín de noche:
No mires.
Miraría.
No tengo miedo ¿Recuerdas? La historia de la casa de campo en la que se seca la laguna.
En plena glaciación:
Era de hielo.
Era de árboles.
Era del libro de las flores.
La microscopia de un mundo se dividía en eras, segundos de máxima belleza.
Ella pensó.
Diario de un naturalista.
Equivocaba el título: Muerte de un naturalista era -él rodaba por los peligrosos baldíos de arena del mundo: las ciudades están iluminada pero esto era la dársena y ellos estaban sueltos como engranajes absolutos.
No leerían juntos pero leerían, con la caída libre de los pétalos:
El origen de las especias.
La continuidad de los tilos.
Las delicadezas en el lugar del tallo.

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